Tener definidos y bien claros los canales de comunicación del equipo en el centro.
Mantener al máximo el modelo de Atención Centrada en la Persona.
Malestar en el trabajo.
Buscar culpables fuera de mi malestar.
Emociones contradictorias y/o diferentes en cada miembro del equipo.
Desconfianza por falta de información o por no tener o desconocer los canales de comunicación dentro del equipo.
Sentirse culpable.
Falta de motivación.
Cambios en los compañeros de trabajo / Absentismo.
Aplicar buenas prácticas que minimizan el impacto negativo de las situaciones de confinamiento.
Capacidad individual de adaptación y flexibilidad.
Alta sensación de carga de trabajo.
Subjetividad y poca empatía durante la situación de crisis.
Profesionales que pueden claudicar, tirar la toalla.
Facilidad en asumir cambios constantes para situaciones sobrevenidas.
Adaptación de las tareas de manera ágil.