B.
b) Si he cometido un error, intento aprender la lección para el futuro. Y si el motivo no depende de mi, intento aceptarlo y procuro dirigir mi atención hacia una actividad alternativa gratificante que apacigüe mi frustración, sin hacer daño a nadie y, por supuesto, tampoco a mi mismo. Cuando me siento especialmente afectado busco la compañía y el soporte de alguien próximo que me escuche y me consuele