Mediante procesos físicos y químicos, este sistema asimila nutrientes de la comida, con los cuales se podrán mantener las funciones biológicas.
Junto con el sistema muscular, forma el sistema locomotor, implicado en el movimiento voluntario.
Se estructura de venas y arterias, por las cuales viaja la sangre; el principal órgano de este sistema es el corazón, que trabaja como si fuera un motor permitiendo a la sangre fluir por todo el cuerpo.
Lo forman unos 600 músculos, divididos en tres tipos: 1.- Músculos esqueléticos: Se unen al hueso y están implicados en el movimiento voluntario. 2.- Músculos lisos: Se encuentran en los órganos, como el intestino y el estómago, permitiendo el desplazamiento de sustancias. 3.- Músculos cardíacos: Permiten el transporte de la sangre mediante el movimiento del corazón.
Regula el organismo mediante las hormonas, las cuales son sustancias químicas que permiten controlar funciones tales como: metabolismo, crecimiento del organismo, producción de hormonas y células sexuales.
Se encarga de la procreación de la especie
Se encarga de la defensa del organismo frente a patógenos, es decir, virus, bacterias y otros elementos nocivos para el cuerpo.
Se encarga de captar oxígeno y eliminar dióxido de carbono. El oxígeno es introducido en el torrente sanguíneo para que la sangre lo lleve a las células y se pueda producir la respiración celular y el metabolismo.
Se encarga de eliminar del organismo aquellas sustancias que puedan ser perjudiciales, las cuales han sido introducidas mediante la comida o son el resultado de los procesos metabólicos.
Envía impulsos nerviosos por todo el organismo, lo cual permite ejercer funciones como el control voluntario del movimiento, la toma de decisiones consciente, el pensamiento, la memoria y otros aspectos cognitivos.
Lo constituye los ganglios linfáticos, además de los conductos y vasos por donde viaja la linfa. La linfa es una sustancia en la cual se encuentran los glóbulos blancos implicados en la defensa del organismo.
