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Ofrecí mis espaldas para que me azotaran, y dejé que me arrancaran la barba. No retiré la cara de los que me insultaban y escupían.d

Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, lo mismo que los oídos de los sordos. Entonces los cojos saltarán como ciervos, y la lengua del mudo cantará

Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.

Nacerá de una virgen.

Cambió la tempestad en calma y las olas del mar callaron.

Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

¡Canta de alegría, ciudad de Jerusalén! Tu rey viene a ti, justo y victorioso, pero humilde, montado en un asno, en un burrito, cría de una asna.l