Falacias (1AM)

Es un argumento que parece bueno, pero en realidad es falso ya sea por su estructura o porque no tiene un respaldo suficiente.

Significa recurrir a alguien o en cuya autoridad, criterio o predisposición se confía para dirimir, resolver o favorecer una cuestión.

Las falacias de apelación de sentimientos son:

Falacia de apelación de sentimientos en la que se apela a la bondad, a la piedad de la persona para lograr el asentimiento.

Falacia también conocida con el nombre latino ad baculum o "al bastón" y sucede en el momento en que una persona defiende su postura sin razones concretas y usando como conclusión las consecuencias desfavorables que pasarán en caso de no aceptar el argumento. Recurriendo al miedo la persona intenta controlar a los demás para que acepten sus ideas.

Esta falacia formal, ataca directamente a la persona por algún defecto personal, hecho deshonroso o cualquier cosa que disminuya su valor ante los demás.

Es una subdivisión de la falacia ataque a la persona o ad hominem en la que se trata de atacar directamente a la persona en vez de sus premisas o su conclusión.

Subdivisión de la falacia ataque a la persona o ad hominem de tipo circunstancial en el que ocurre cuando para refutar la tesis sostenida por alguna persona, en lugar de apelar a razones pertinentes, se argumenta que ésta es falsa porque quien defiende esa posición se ve beneficiado o favorecido, debido a los intereses personales involucrados.

Subdivisión de la falacia ataque a la persona o ad hominem de tipo circunstancial es el que se comete cuando decimos que es cierta una aseveración que es falsa, porque quien la sostiene hace justo lo contrario de lo que dice.

Para defender una afirmación, apelamos a la autoridad de alguien que reconocemos con cualidades admirables, en lugar de ofrecer razones pertinentes.

Es una falacia que consiste en admitir un argumento sólo por falta de pruebas en contra o porque el oponente no puede probar lo que dice.

Es una falacia que consiste en admitir una cosa sólo porque es nueva o rechazarla porque es antigua.

En esta falacia, en lugar de ofrecer razones pertinentes, se apela a la autoridad de una mayoría, a la tradición o a la autoridad de una minoría selecta para la aceptación de una conclusión determinada.

Variante de la apelación a la multitud o ad populum, en la que se apela a la tradición donde se toma como válido algo sólo porque es una costumbre o porque siempre se ha hecho así.

Consiste en minimizar las argumentaciones del oponente tergiversando o cambiando el significado de sus palabras para atacarlo.