“Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros como yo os he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. En esto conocerán todos que son mis discípulos.”
Es en Cristo que descubrimos quienes somos, y para que vivimos. Mucho antes de oír hablar por primera vez de Cristo y abrigamos nuestras esperanzas, Él había puesto sus ojos sobre nosotros, nos había diseñado para una vida gloriosa, parte del propósito general que está trabajando en todo y en todos.
Efesios 1:11-12
Marcos 16:15
Marcos 8:34
Juan 13:34-35
Juan 8:31
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”
Él les dijo, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda la creación.”
“… Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”