Crear actividad
Jugar Relacionar Columnas

Donde está el Espíritu hay dominio de sí. Eres completamente tú mismo. Serás libre para hacer lo que deseas desde el fondo de tu corazón.

Donde está el Espíritu hay bondad. Actuamos por costumbre haciendo el bien a los demás.

Donde está es Espíritu hay paciencia. Encajamos los reveses de la vida como si nada. Nos convertimos en luchadores natos.

Donde está el Espíritu hay mansedumbre. Es decir serás manso. Ser manso es tener valor, un valor que no es violento ni destruye más de lo que construye.

El Espíritu nos da afabilidad. Nos ayuda a hacer cosas por los demás con una sonrisa.

Donde esta eL Espíritu reina la paz. Cesa toda inquietud interior y nos sentimos bien.

Donde está el Espíritu, hay alegría. Estamos salvados, Jesús venció a la muerte. El paraíso nos espera.

Donde está el Espíritu hay lealtad. Te ayuda a que tu corazón sea firme y a que tu seas "fiel hasta la muerte".

El amor de Dios transforma todo, especialmente el mundo de tus relaciones. Con él dentro de ti ves todo con ojos nuevos.