Zumba que te zumbarás, van y vienen sin descanso, de flor en flor trajinando y nuestra vida endulzando.
Mi picadura es dañina, mi cuerpo insignificante, pero el néctar que yo doy os lo coméis al instante.
Soy sabia y no tuve escuela para mí no hubo doctrina soy maestra de cocina y cocino sin candela.
Aunque no soy florista trabajo con flores y por más que me resista el hombre arrebata el fruto de mis labores.