Usa el Objetivo Adecuado
Procesa las Fotos
Adopta Poses Naturales
Usa Luz Suave, Natural o Indirecta
Juega con el Encuadre
Haz Series Fotográficas
Procura que el Bebé se Relaje
Permanece Constantemente Preparado
Para darle el toque final a tus fotografías lo mejor es procesarlas. Como siempre, si vas a procesar tus fotografías te recomendamos disparar en formato RAW, ya que conservarás muchos más detalles y tendrás mayor margen de edición.
La fotografía newborn o de bebés suele jugar normalmente con profundidades de campo muy reducidas, para contribuir a darle a las fotografías ese aspecto dulce y tierno. Por eso, un objetivo como una focal fija o un teleobjetivo luminoso pueden facilitarte mucho esta tarea.
Intenta tomar estas fotos siempre con un mismo encuadre y en un mismo fondo, para después realizar comparativas o incluso hacer un time-lapse con el crecimiento del bebé. ¡Te sorprenderá lo mucho que cambian en muy poco tiempo!
Usa luz natural: Si no estás trabajando en estudio, sin duda lo mejor es usar la luz natural. Pégate a un ventanal grande desde el que entre la luz de manera indirecta, o fíltrala para suavizarla usando una cortina translúcida.
Cuando esté despierto, dispara muchas fotos e incluso utiliza el modo ráfaga. Sus expresiones cambian constantemente y es posible que esa carita adorable o esa sonrisa de ensueño solo dure en su cara un instante.
Muchas de las típicas poses de sesión newborn solo se pueden conseguir entre la primera y la segunda semana de vida del bebé. En esas dos primeras semanas el bebé es tan frágil como manejable, por lo que "se dejará" poner en la posición que quieras. A partir de las dos semanas el bebé empezará a desarrollar un poco más de fuerza y normalmente no adoptará ya este tipo de poses.
Debes intentar no alterar demasiado la tranquilidad del bebé y aprovechar su rutina diaria para sacar fotografías naturales. Adáptate a él, a sus horarios. Fotografíalo durmiendo, aprovecha cuando esté despierto para realizar otro tipo de fotos, e incluso capta momentos tan íntimos (si la madre quiere, claro está) como cuando el bebé está mamando o tomando el biberón.
Enfoca a los ojos: Salvo en fotografías determinadas donde te interese centrar el interés en otro punto, procura siempre enfocar a los ojos, aunque estén cerrados. De nada te servirá tener una iluminación y una composición muy bien cuidadas, si el centro de interés está desenfocado.