Los bienes producidos generan un beneficio que se emplea en la producción de otros bienes. A esta ganancia se le llama capital.
La riqueza de un país estaba basada en la acumulación o almacenamiento de oro. Y se impedía la entrada de productos extranjeros.
La libertad económica es indispensable para la acumulación de capital y el enriquecimiento de las naciones.
Comenzó a principios de 1500 y finalizo a mediados de 1700.
Debido a la inconformidad de los burgueses, desarrollaron una nueva doctrina que defendía la libertad económica.
La principal demanda era la libre circulación de mercancías.
Consistía en la estricta regulación del comercio a través de restricciones aduaneras.
Abarca aproximadamente de principios de 1750 a finales de 1850.
Se vincula con el ascenso de la burguesía y el principio de la propiedad individual promovida por los propios burgueses.
Una característica esencial es el uso de monedas, que desplazo casi por completo los otros tipos de intercambio.
Su objetivo es la obtención de ganancias y la acumulación de riqueza.
El gobierno cobraba aranceles altos para disminuir las importaciones.
El economista escoces Adam Smith es uno de sus principales ideólogos.
Sus medidas estaban pensadas para proteger la economía nacional pero impedían que el dinero acumulado generara nuevas ganancias a través del movimiento comercial.
Proponía reducir al mínimo la intervención del Estado.