se debe utilizar hervida, purificada o clorada y conservarla en recipientes limpios y tapados.
La descongelación de los alimentos se debe efectuar por refrigeración, por cocción o bien por exposición a microondas. Una vez descongelados no deben volverse a congelar.
Consumir, de preferencia, los alimentos inmediatamente después de cocinarlos.
No toser o estornudar sobre los alimentos al prepararlos.
Lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar los alimentos y de comer, así como después de ir al baño o de cambiar un pañal.
Se debe consumir leche sometida a algún tratamiento térmico (pasteurizada, ultrapasteurizada, hervida, evaporada, en polvo, etc.). La leche bronca debe hervirse sin excepción.
Cuando las latas o envases estén abombados, abollados u oxidados, deben desecharse.
Los vegetales y frutas se deben lavar con agua potable, estropajo o cepillo según el caso y se deben desinfectar con cloro o cualquier otro desinfectante de uso alimenticio
Evitar el uso de utensilios de barro vidriado para cocinar o conservar alimentos, ya que éstos contienen plomo, mismo que es dañino a la salud, o asegurarse que expresamente digan "sin plomo".
Mantener los sobrantes o alimentos que no se van a consumir en el momento, ya fríos, en el refrigerador o en un lugar fresco y seco, en recipientes limpios y tapados. .
Lavar a chorro de agua las carnes y el huevo antes de utilizarlos, sin tallarlos.
Los utensilios que estarán en contacto con los alimentos previamente debe lavarse y desinfectarse.