Buscó a un grupo de amigos para que lo acompañaran, y con ellos recorrió Palestina hablando a la gente de Dios.
Vivió en Nazaret, junto a sus padres María y José, creciendo como un niño más de su aldea.
Era hijo de María, una muchacha que vivía en Nazaret, elegida por Dios para ser la madre de su Hijo.
En Jerusalén lo detuvieron y fue juzgado por el Sanedrín (consejo de ancianos) y condenado por Poncio Pilato.
Fue bautizado por su primo Juan el Bautista.
Murió crucificado, pero al tercer día resucitó.
Nació en Belén, en un pesebre, y que los pastores fueron a adorarlo.
Cuando tenía aproximadamente 30 años se marchó de Nazaret a anunciar el Reino de Dios a todo el mundo.