Hojas blandas y jugosas como, y mi casa llevo en el lomo. Que tras de mí deje un sendero, no le gusta al jardinero.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores
Duermo en una cama que jamás se arruga. De todas las hierbas, prefiero la lechuga. Tengo orejas largas y una cola diminuta.