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El siglo XVII fue un período marcado por fuertes guerras, malas cosechas y enfermedades; a pesar de esto, las monarquías europeas continuaron fortaleciendo su autoridad al interior de sus Estados

En el siglo XVIII, las coronas se enfrentaron para demostrar su superioridad política y militar sobre los demás países de Europa. El resultado fue la decadencia de la monarquía española y la consolidación de Francia como la principal potencia de Europa.

Los ideólogos del absolutismo: Durante el siglo XVI, varios pensadores reflexionaron sobre el absolutismo, entre estos se destacó Nicolás Maquiavelo, quien publicó un libro titulado El Príncipe. En este texto exponía que los valores morales no debían restringir el accionar del rey y planteó su famosa frase “el fin justifica los medios”.

Religión durante el absolutismo: En teoría, el Rey absolutista era el jefe temporal de la iglesia, cuyos hilos debía manejar. ... En algunos casos, los más católicos, el Papa seguía siendo una institución respecto a los asuntos religiosos. En otros, el Rey podía nombrar, destituir e interferir en los cargos clericales.

El Estado en manos de una persona: Entre los siglos XIV y XV la autoridad de las monarquías europeas se fue debilitando, pues eran los señores feudales quienes ejercían el control en la mayoría de los territorios que conformaban los reinos. Más adelante, durante el siglo XVI, las monarquías fueron fortaleciendo progresivamente su poder, unificando los territorios bajo un mismo gobierno

A lo largo del siglo XVII, las derrotas sufridas en la guerra de los Treinta Años y la independencia de Portugal (1640) llevaron a España a una profunda decadencia política y económica. Durante los reinados de los últimos reyes de la casa de Austria, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, se les entregó el gobierno a los nobles que no evitaron el declive de la monarquía española