Respeta los derechos adquiridos del otro.
Corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre.
Virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado.
Virtud que permite a las personas amar a Dios por sobre todas las cosas y, en nombre de este vínculo, amar al prójimo como a sí mismo.
Es la capacidad de reflexionar antes de hablar o actuar.
Se trata de la virtud de moderar los apetitos desordenados.
Se trata de la virtud de tener fuerza para luchar por el bien difícil.