1
Sabe encontrar el equilibrio entre expresión y control. Sabe esperar. Tolera la frustración y es capaz de demorar gratificaciones.
2
Reconoce lo que siente y que situaciones le generan sus emociones.
3
Todo lo contrario a la pasividad, al aburrimiento o la desidia. La persona es capaz de motivarse ilusionarse por llegar a metas e interesarse por las personas y las cosas que le rodean.
4
Tanto las consideradas positivas como las consideradas negativas necesitan ser canalizadas a través de algún medio de expresión, la persona sabe reconocer el canal más apropiado y el momento oportuno
5
El proceso de toma de decisiones integra lo racional y lo emocional. La emoción impide a veces la decisión. Es importante darse cuenta de los factores emocionales presentes en cada decisión de cara a que estas sean apropiadas.
6
Se mete con facilidad en la piel del otro, capta sus emociones aunque no las exprese en palabras sino a través de la comunicación no-verbal
7
Es capaz de superar las dificultades y frustraciones aunque hayan sido muy negativas
8
Resalta los aspectos positivos por encima de los negativos; valora más los aciertos que los errores, más las cualidades que los defectos, más lo conseguido que las insuficiencias, más el esfuerzo que los resultados, busca el equilibrio entre la tolerancia y la exigencia
9
Sentimientos positivos hacia sí misma y confianza en sus capacidades para hacer frente a los retos que se encuentre en la vida.
10
Sabe dar y recibir, de manera positiva.
11
Tiene valores que dan sentido a su vida, Y así mismo cimientan su acción y comportamiento.
