1
Presencia de colesterol en sangre por encima de los niveles considerados normales
2
Acúmulo de colesterol y grasas en las arterias, que dificulta la circulación sanguínea
3
Pérdida de líquido corporal provocada por una sudoración excesiva o una ingesta inadecuada de agua
4
Falta de nutrientes y debilitación del organismo por una dieta inadecuada o carencia de alimentos
5
Falta de vitamina D que provoca debilidad y ablandamiento de los huesos, sobre todo en niños.
6
Preocupación obsesiva por el físico que genera una distorsión del esquema corporal
7
Falta de vitamina C que provoca debilidad, anemia y hematomas
8
Percepción distorsionada del propio cuerpo, con un intenso miedo a ganar peso, por lo que dejan de comer o provocan el vómito.
9
Aumento excesivo de peso y de grasa corporal
10
Preocupación excesiva por el peso, normalmente abusando de laxantes y diuréticos tras las comidas compulsivas