Tienen la capacidad de actuar y decidir con libertad, sin estar subordinados a ninguna autoridad externa.
Son estados dependientes, pero que tienen autonomía interna.
Sus habitantes no son considerados ciudadanos del Estado administrador.
Son estados que dependen de otro país en materia de defensa y de relaciones internacionales.
Tienen un territorio claramente delimitado y un gobierno que no depende de otro Estados.
Territorios sometidos a la administración y al gobierno de otro país.
Sus habitantes tienen los mismos derechos y obligaciones que los ciudadanos del país dominante.
Tienen una administración propia, pero aún pertenecen al país que los conquistó.