Desconectar los aparatos aun cuando estén apagados, ya que los televisores y reproductores de sonido que utilizan control remoto gastan un tercio de la energía que usan al estar encendidos. Apagar las luces y aparatos que no se están usando con- tribuye a disminuir la emisión de carbono a la atmósfera al requerir menos electricidad.
Si nuestros hogares se calientan con carbón o leña, o si los calefactores funcionan con gas o petróleo, hay que asegurarse de que tengan una adecuada ventilación hacia el exterior. Airear la casa por lo menos una vez al día, de preferencia en la noche o temprano en la mañana, ya que la radiación solar contribuye al aumento de esmog.
Utilizar la mínima cantidad de jabón o detergente. Además de requerir menos agua para enjuagar, la ropa dura más. Aprovechar el agua jabonosa para lavar los escusados. Si la del enjuague está libre de productos de limpieza, utilízala para regar las plantas o el jardín.
Evitar mezclar en la basura los residuos peligrosos, como pilas, baterías y desechos bioinfecciosos, los cuales también pueden contribuir directa o indirectamente al calentamiento global. Separar los residuos sólidos en orgánicos para producir composta y en inorgánicos para volver a producir la mate- ria prima original (vidrio, plástico, aluminio, metal, papel) disminuyendo así el consumo de recursos naturales y de energéticos, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.