La paz del Señor esté siempre con vosotros
Podeis ir en paz
El Cuerpo de Cristo
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación mientras aguardando la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Y con tu espíritu
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
Demos gracias a Dios
Amén