Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
Ojo por ojo, diente por diente.
Más claro no canta un gallo.
Por la boca muere el pez.
Lo cortés no quita lo valiente.
Quien canta, su mal espanta.
Amor con amor se paga.
A rey muerto, rey puesto.
El que a hierro mata, a hierro muere.
Caras vemos, corazones no sabemos.
Barriga llena, corazón contento.
Haz bien y no mires a quién.
La lengua es el castigo del cuerpo.
A mala vida, mala muerte.
La intención es lo que cuenta.
El que no la debe, no la teme.
Un clavo saca otro clavo.
Se dice el pecado, pero no el pecador.
Con la barriga vacía, ninguno muestra alegría.
De agua mansas líbrame Señor, que de las bravas me libro yo.
Gota a gota, la mar se agota.
Se puede llevar el caballo al río, pero no se le puede obligar a tomar agua.
Hoy por ti, mañana por mí.
Mala hierba nunca muere.
El que busca, encuentra.
Lo que no mata, engorda.
El pez grande se come al pequeño.
Decir refranes es decir verdades.
El que tiene rabo de paja, que no se arrime a la candela.
La excepción hace la regla.
Del árbol caído, todos hacen leña.
Cada ladrón juzga por su condición.
El casado, casa quiere.
Por mucho que madrugues no amanece más temprano.
Agua que no has de beber, déjala correr.
El hombre como el oso, mientras más feo más hermoso.
Al pan, pan, y al vino, vino.
El tiempo es oro.
Matar pulgas a balazos.
Quien tiene boca se equivoca.
Hablar demasiado puede pasarnos factura, no debemos ser bocazas.
Hace referencia a que podemos dar nuestro consejo a un allegado, pero depende de este seguirlo o no.
Aunque algo salga bien o salga mal, si fue hecho con buena fe, estuvo bien realizado y es digno de elogio.
Nos indica que dentro de los refranes hay un pozo de sabiduría.
Portarse con los demás como ellos lo hicieron con nosotros, ser agradecidos.
No debemos malgastar nuestro tiempo en cosas que no valen la pena.
El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, es la misma metáfora en ambos casos.
Realizar algo muy exagerado para un fin muy pequeño o irrisorio.
Aquello que no nos mata nos hace más fuertes, sobre todo este refrán hace referencia a los alimentos, pero se puede aplicar a cualquier otra cosa.
Un hombre rudo también tiene una belleza para ciertas personas.
Siempre que algo sucede una y otra vez, en algún momento tiene que pasar de forma diferente.
Algo que es evidente a todas luces, no se puede interpretar de otra manera.
Aquello que no nos interesa no debe preocuparnos.
El poderoso siempre puede con el débil, es la selección natural.
Mostrarnos felices nos hará más receptivos a la felicidad de los demás.
Con el pasar del tiempo se llega a alcanzar cualquier meta.
El que la hace la paga.
Aquellos que están casados no quieren compartir casa con otras personas.
Aquel que quizás no lleva una vida de rectitud y moralidad en ocasiones vive más años que la persona que sí la lleva.
Nunca sabemos los pensamientos de los demás y los sentimientos que estos mueven.
Cuando realizamos malos actos de forma sostenida al final pagaremos el precio de ello.
Todos cometemos errores, somos personas.
Quién no ha realizado algo incorrecto no tiene por qué tener miedo de ninguna reprimenda.
Hablar demasiado nos puede perjudicar en nuestras relaciones personales.
Cuando hay una vacante se ocupa rápidamente por el siguiente en la jerarquía.
Por mucho que nos angustiemos por algo, si tiene que pasar pasará.
Hace referencia a que en relaciones personales, una nueva relación puede ayudarnos a superar una mala relación anterior.
Ser educado no significa que no estemos dispuestos a todo. Incluso podemos ser osados y emprender grandes luchas a pesar de ser educados y amables.
Cuando alguien comete un error o es derrotado es cuando la gente aprovecha para malmeter.
Cuando se habla de alguna cosa mal hecha pero no se quiere decir el autor.
Aquel que muestra interés por algo lo acaba realizando.
Se refiere que aquel que realiza malas artes piensa que los demás también las llevaremos a cabo y emite sus juicios en base a esa escala de valores perversa.
Aquel que hoy realiza una mala acción contra alguien, mañana se la pueden hacer a él.
Cuando tenemos necesidades apremiantes estas ocupan nuestra mente y nos cuesta relajarnos.
Aquel que tiene las necesidades básicas cubiertas no necesita de nada más.
Realizar actos positivos siempre es lo correcto, indistintamente de quién salga beneficiado.
Aquello que hacemos hoy nos beneficiará en el mañana.
Si nos relajamos y no prestamos atención podemos perder oportunidades.
Aquel que tiene una actitud tranquila y callada puede no ser digno de confianza en ciertas ocasiones.
Hace referencia a que debemos ser más directos y no andarnos por las ramas en una conversación. Las cosas, claras.
