Poner a los usuarios en riesgo de adquirir infecciones virales que comprometan su vida.
Puede reducir la eficacia del bombeo cardíaco
Hace que el corazón trabaje y lata más fuerte
Puede causar convulsiones, coma y muerte súbita por una sesión de inhalación prolongada
Ordenar a los huesos que dejen de crecer antes de lo que normalmente lo harían
Acelera los latidos del corazón y por ello, el corazón pierde el ritmo normal
Causar espasmos musculares, dolor de pecho, derrames cerebrales, ritmo cardíaco irregular
Entorpece los reflejos por lo que puede afectarse la realización de actividades físicas
Puede producir náusea, escalofrío, sudoración, contractura involuntaria de músculos de mandíbula, calambres musculares
Disminuir la respiración y el ritmo cardíaco
Incrementa la probabilidad de adquirir infecciones como Hepatitis B y C, VIH/SIDA al compartir equipos de drogas inyectables
Causar daños severos al cerebro y sistema nervioso porque impiden que el cerebro reciba el oxígeno que necesita
Causa problemas de memoria, capacidad para solucionar problemas y en la coordinación
Promover una fuerte actividad física prolongada que combinada con una capacidad cerebral deteriorada, puede llevar a la hipertermia que requiere atención médica urgente para evitar fallo renal
Se puede generar tolerancia: la persona necesitar cada vez una dosis más alta
Puede ocasionar enfermedades del hígado y los riñones
Interfiere con la capacidad para recordar información nueva
Causar depresión y ansiedad (Sensación de que algo va a pasar)
Puede producir visión borrosa
Puede ocasionar un deseo intenso por la droga (comportamiento compulsivo)
Causar cambios corporales no deseados (desarrollo de senos y encogimiento de genitales en los hombres; en las mujeres masculinización)