Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Soy bonito por delante, algo feo por detrás, me transformo a cada instante, ya que imito a los demás.
Cuatro patas tiene y no puede andar, también cabecera sin saber hablar.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
La ropa sucia me como sin parar, giro muy deprisa y hago ruido al comer.
Cuanto más se moja más te seca.
Es una caja habladora que vive en todas las casas.
Un armario frío con luz interior, guarda alimentos y les da frescor.
Soy muy grande y me podéis llenar de agua.
Cuando caliento la comida giro sin parar