RECOLECCIÓN Y ELEVACIÓN: El agua utilizada, por ejemplo en baños, cocinas y lavaderos, es recolectada por la red de desagües cloacales y conducida a las plantas depuradoras de AySA.
PRETRATAMIENTO: Para separar los elementos sólidos de los líquidos cloacales, se realizan tres procesos: tamizado, desarenado y desengrasado.
SEDIMENTACIÓN PRIMARIA: Durante aproximadamente dos horas, los líquidos permanecen quietos en un tanque decantador para que las partículas pesadas de la materia en suspensión caigan al fondo y sean barridas.
TRATAMIENTO BIOLÓGICO: Aquí se inyecta aire. Esto permite el desarrollo de microorganismos que se alimentan de materia orgánica disuelta presente en los líquidos cloacales.
CLARIFICACIÓN: Estos microorganismos se desarrollan y sedimentan durante otras dos horas en el fondo de los piletones formando barros, que son absorbidos por unos caños y enviados a una planta de tratamiento y así el agua queda sin microorganismos, descontaminada.
DEVOLUCIÓN AL RÍO: El agua depurada es devuelta al río a través de un gran conducto. En este proceso, es trasladada solamente por la fuerza de gravedad.