Largo largero, Martín Caballero, sin patas ni manos y corre ligero
Un platito de avellanas, que de día se recoge y de noche se derrama.
No es más grande que una nuez, sube al monte y no tiene pies.
Es tan largo como un camino, y gruñe como un cochino.
Es tan grande como un pepino, y tiene barbas como un señor digno.
Es blanco como la sal. Fácil de abrir, pero no lo puedes cerrar.
Grande, muy grande, mayor que la Tierra. Arde y no se quema, quema y no es candela.
¿Cuál es aquel pobrecito, siempre andando, siempre andando, y no sale de su sitio?