17.
es un encantamiento muy poderoso que aleja objetos y seres vivos de quien lo conjura, mandándolos a volar hacia un objetivo o lugar en concreto. Debido a su efecto, es el contrahechizo del encantamiento convocador; aunque, a diferencia de éste, el encantamiento repulsor repele cualquier cosa que se apunte con la varita.[1]