Si me tiran por el suelo ya no hay quien me recoja, y el que quiera sostenerme es seguro que se moja.
Ni los puedes ver, ni vives sin él.
Tiene yemas y no es huevo, tiene copa y no es sombreo, tiene hojas y no es libro, ¿Adivina entonces lo que digo?
Todos me quieren tener al derecho o al revés, como quiera que leas mi nombre, tu siempre ves.