El sistema está compuesto por una red de 24 satélites (red NAVSTAR) situados en órbita de forma que , desde cualquier punto del planeta, independientemente de las condiciones meteorológicas reinantes, se pueda captar la señal de, al menos, cuatro de ellos mediante un aparato receptor, que efectúa cálculos algorítmicos que permiten determinar la longitud, la latitud y la altitud del lugar en el que se encuentra, en tiempo real con mucha precisión (hasta 1 metro) incluso cuando se traslada a bordo del vehículo. Esto permite el seguimiento de rutas, el cálculo de superficies, etc. En la actualidad, la Unión Europea desarrolla sistemas de posicionamiento similar, llamado GALILEO, que funcionara a corto plazo.
El trabajo con el SIG no se limita a los datos existentes, sino que se pueden crear otros nuevos, cruzando contenidos en sus bases de datos asociadas. Los campos de aplicación de un SIG son múltiples y variados: medio ambiente, agricultura, geología, urbanismo, transportes, telecomunicaciones, sector inmobiliario, estudios sobre infraestructuras, demografía, tráfico, etc.
Los SIG son sistemas informáticos que permiten manejar los datos que tenemos en nuestro entorno, relacionándolos con entidades existentes en mapas reales, sirve para conectar bases de datos (como la de habitantes, etc.) con elementos gráficos a los que están asociadas y que se encuentran representados en los mapas (por ejemplo, montañas y valles, poblaciones, etc.). Esto permite el análisis y la visualización de estos datos sobre mapas digitales o temáticos, lo que conlleva una mayor eficacia en la planificación y en la gestión del territorio.
Recientemente ha cobrado mucha importancia disponer de la posición geográfica exacta de puntos concretos sobre la superficie terrestre, gracias al sistema llamado GPS (Global Positioning System) que fue desarrollado por el Departamento de Defensa de EE.UU. Con fines militares, pero que hoy tiene múltiples usos civlies
