Los polinizadores más eficientes son las abejas de numerosas especies, en especial la abeja melífera o abeja doméstica.
Generalmente las hormigas suelen desarrollar su actividad polinizadora en pequeñas plantas con flores abiertas, blancas y amarillas que ofrecen polen y néctar en bajas cantidades, y que suelen ubicarse en entornos áridos y alpinos.
Algunas especies de avispas son muy eficaces para polinizar, un ejemplo importante se da con los higos. Las avispas son los únicos polinizadores de esta fruta, por lo que son vitales para su permanencia.
Muchos Lepidópteros, o sea las mariposas, mariposas nocturnas y polillas, también son polinizadores.
Como las abejas, hay muchas especies que prescinden del polen y néctar para alimentarse. Los escarabajos polinizadores son una de ellas y que como las abejas también polinizan las plantas.
