1
Cuando se pierde no afecta solamente al Estado y a los partidos políticos, sino también a los campesinos y a las bases de apoyo de los regímenes socialistas que les impide transformarse en fuerzas políticas.
3
Espacio el cual ha servido de baluarte para rebeliones campesinas, indígenas y epicentros de movimientos regionales a lo largo de la historia de Colombia.
4
Control del Estado y la expedición de leyes o gabelas favorables a sus intereses.
5
Ausencia de una política de tierras y de productividad agraria en favor del campesinado. En los últimos 20 años Colombia ha experimentado un proceso tal de concentración de propiedad de la tierra con dineros del narcotráfico, que ha revertido el proceso de reforma agraria de los 30 años anteriores.
6
Contrario al tacto, la paciencia, la simpatía, la tolerancia, el respeto, la confianza, categorías que vienen perdiendo vigencia en Colombia. La destrucción de tradiciones, valores y comportamientos asociados a estas categorías han contribuido a la pérdida de la convivencia ciudadana, al desarraigo y a desestructuraciones socioculturales de las comunidades.
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La vive el país en cuestión de economía, ésta última viene alimentando otras formas de violencia, que los actores políticos y el Estado no pueden controlar sino una parte de todo este contexto.
9
Lo muestra el Estado al servicio de intereses privados privilegiados, el cual ha venido ampliando su espectro de acción en las últimas décadas.
10
Aunque es un producto agrario, su ciclo económico está más vinculado a las economías de enclave que a las economías propias de la región.
