3.
Con San Agustín muchas de las cuestiones que aún estaban oscuras en los padres de la iglesia, son definitivamente aclaradas. Por ejemplo, el alma es ya eterna e inmortal; Dios ya no es algo que está más allá del ser, al modo neoplatónico y místico, sino ipsum esse. Además, en relación a Dios, las ideas le son Consustanciales