el Estado exprime y agobia a la sociedad civil y engendra el conflicto para instituciones más progresistas.
El parlamento ahora supone un peligro al abrirse a los desposeídos.
La burguesía y el ejecutivo mantienen su estatus con la centralización y la represión
No hay diferencia entre la sociedad y el Estado.
En las políticas públicas son responsables gobiernos, privados, grupos de presión, medios y sociedad.
La burguesía se beneficia de las funciones financieras del Estado.
El Estado y la sociedad se fusionan en materia económica, grupos de presión y tecnócratas.
Gradual desburocratización de la administración pública y contracción en beneficio de la empresa privada.
El príncipe consolida la política fiscal, fortalece un sólo ejército, monopoliza la justicia y reglamenta el comercio.
Subsisten ministerios tradicionales y se incorporan otros de importancia económica, pero las empresas públicas tienden a desaparecer.
El poder legislativo es hegemónico, el que decide lo que las fracciones burguesas ordenan.
Se engendra una burocracia eficiente en el gobierno y los negocios, intercambiable y políticamente neutral.
El Estado protege al obrero, extiende la seguridad social y alivia al proletariado.
La independencia de Estados Unidos y la revolución francesa dan su origen.
Se traslada el poder al ejecutivo.
La identidad se encasilla en cada feudo dividiendo la unidad.
Emerge dentro de la revolución que consolida a la industria como dominante.
Priman la capacidad, la libertad de nombramiento y remoción, además del profesionalismo en la administración.
Nace del feudalismo, descentralizado y heterogéneo.
La administración pública crece y se diversifica para las nuevas funciones de la sociedad civil.