Estas fuentes medicinales que brotan a 53 grados de un manantial, son conocidas desde época romana. Sus hoteles conservan intactas sus fachadas y, junto con sus zonas ajardinadas, confieren al balneario un agradable encanto decimonónico. Su piscina caliente a 34 grados se mantiene abierta todo el año y sus aguas, que brotan a razón de 2000 l/minuto, son hipertermales, hipotónicas, y contienen sodio, fluor, cloro y sulfato