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"Manifestamos nuestro sentido de pertenencia si cumplimos con las responsabilidades adquiridas"

"Como educadores comprometidos con la democracia cumplimos con el ordenamiento constitucional y jurídico, promoviendo la participación deliberativa de la sociedad civil"

"Somos educadores comprometidos con la justicia y la equidad si promovemos la inclusión y el carácter cooperativo de la educación e informamos nuestro quehacer desde las diversidades de la comunidad educativa"

"Estamos comprometidos con el derecho a la educación de calidad si asumimos a los seres humanos como el centro de nuestras prácticas pedagógicas"

"Somos educadores comprometidos con la comunidad educativa si identificamos los intereses y las necesidades de sus miembros y con responsabilidad y autonomía, planeamos y ejecutamos acciones que los atiendan"

"Nos comprometemos con la calidad de la educación si concebimos la actividad educativa como un proceso de formación integral"

"Somos educadores respetuosos si promovemos el reconocimiento del pluralismo, la cooperación, la participación y la solidaridad en la comunidad educativa"

"Como docentes responsables nos actualizamos constantemente para brindar lo mejor a nuestra comunidad educativa, en actitud dispuesta a la innovación pedagógica y al trabajo investigativo"

La participación, la autonomía y el pluralismo son claves éticas de una educación para la democracia.

Nuestra responsabilidad social consiste en contribuir, a través de la labor educativa, con la humanización de la sociedad, el mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas que la conforman y la protección del medio ambiente.

El respeto por la dignidad de cada persona y por sus derechos constituye el criterio orientador de una labor educativa que debe caracterizarse por el buen trato, la promoción del bienestar, la formación ciudadana, la confianza, la equidad, la fidelidad a la moral pública y la protección de un medio ambiente del cual somos parte.

...cualifica cada vez más su tarea formativa gracias a la comprensión de los contextos y al estudio de la realidad en que ejerce la docencia, con lo cual contribuye a consolidar un ambiente propicio para aprendizajes innovadores y significativos.

El respeto de los acuerdos y de la palabra empeñada, el compromiso con las responsabilidades adquiridas como personas y como comunidad educativa, son manifestación de la identificación con nuestra comunidad moral.

El docente debe ser defensor de los derechos humanos, tanto de los civiles y políticos como de los económicos, sociales y culturales, y en especial de los derechos del niño y el adolescente...

El educador debe practicar principios de respeto hacia sus estudiantes y los demás miembros de la comunidad educativa, en un marco de armonía, diálogo y amabilidad; debe ser discreto, evitar el menosprecio y cuidarse de realizar actos que atenten contra la integridad física y moral de los estudiantes.

Se trata de una educación para la autonomía y para la mayoría de edad, de suerte que las ciudadanas y los ciudadanos se reconozcan como personas dignas de respeto gracias a sus diferencias y a su identidad personal.