Tenía un oficio muy divertido.
Supo adaptar magistralmente originales griegos a los modos latinos.
Los esclavos pícaros eran sus favoritos.
Supo como nadie lo que significa ser un buen anfitrión.
Aunque pasó penalidades murió entre riquezas y aplausos.
Junto a Terencio reina indiscutiblemente en la comedia latina.