Del salón en el ángulo oscuro de su dueña tal vez olvidada silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa.
Poesía herramienta pulso que golpea las tinieblas ingeniero del verso arma cargada de futuro clavas tu pupila en mi pupila azul.
Pidió las llaves a la sobrina del aposento...
No es el infierno, es la calle.
A Dafne ya los brazos le crecían...
Apegada a mis brazos como una enredadera, las hojas recogían tu voz lenta y en calma.