se toca con dos palillos, sale siempre en la procesión y es un instrumento de percusión
con su gran boca y un solo diente desde lo alto llama la gente
cien amigos tengo todos en una tabla, si yo no los toco ellos no me hablan
Me rascan continuamente, de forma muy placentera; mi voz es muy bien timbrada y mi cuerpo de madera
con tan solo cuatro cuerdas, que un arco pone en acción, esta caja melodiosa te alegrara el corazón.
no la palpas pero si la oyes
Por mis venas corre el aire, por mis poros brota sangre, mi suspiro es un lamento y con él tu te deleitas aún sin querer hacerme daño
Tengo un sonido tan suave, que ángeles tocan en mí; mis cuerdas acompañaron los salmos del rey David