Dios volvió a llamar a Samuel y comenzaron su amistad. Cuando se hizo mayor Samuel se convirtió en uno de sus profetas.
Por fin Dios escucha a Elí y Ana tendrá un hijo al que llamó Samuel que al hacerse mayor va con Elí para que le enseñe los caminos a Dios.
Samuel fue elegido juez del pueblo de Israel. Él fue el encargado de nombrar a dos grandes reyes de Israel: Saul y David.
Una noche Samuel escucha una voz y el sacerdote Elí le dice que es Dios y que debe escuchar su llamada.
Ana se siente triste por no tener hijos y habla con el sacerdote Eli para que le ayude.