Los pingüinos dentro del Oceanogràfic viven a una temperatura muy distinta a la de su hábitat natural.
Las belugas del Oceanogràfic no tienen el suficiente espacio para moverse con libertad.
El Oceanogràfic nos invita a descubrir un auténtico parque marino que engloba los principales mares y océanos del planeta. Con una extensión 110.000 m2 y un volumen de 42 millones de litros (el equivalente a 15 piscinas olímpicas), constituye el mayor oceanario de Europa.
Un equipo de 70 personas (equipo de biología) trabajan conjuntamente con otras 40 responsables del equipo de mantenimiento para mantener y cuidar toda la fauna marina.
En el Oceanogràfic se promueve la reproducción de especies en peligro de extinción. Por ejemplo se está estudiando sobre la reproducción asistida en tortugas bobas ya que estas han sufrido un gran declive y es necesario aplicar medidas para garantizar la conservación de este reptil.
Los delfines padecen estrés por vivir en piscinas demasiado pequeñas y estar sometidos a espectáculos.
Estudios científicos demuestran que muchos delfines cautivos viven menos que los delfines libres.
El Oceanogràfic ofrece actividades muy enriquecedoras, como por ejemplo, ser entrenador por un día. En la que se enseña cómo cuidar y respetar a los animales.
Las focas estan obligadas a hacer espectáculos para conseguir comida.
El Oceanogràfic dirige el Proyecto “Sanidad Marina” cuyo objetivo es mejorar la salud de la fauna marina en el Mediterráneo.
