El nuevo enfoque del aprendizaje nos muestra un nuevo tipo de estudiante, uno más participativo.
Según la investigación en Gran Bretaña, el éxito evaluativo depende de:
Evaluación para el aprendizaje en la práctica
El gran problema que presenta la evaluación educativa en nuestro sistema:
La retroalimentación
Estos factores inhiben la utilización de la evaluación para la mejora de los aprendizajes:
Afortunadamente, hoy en día la evaluación:
¿Cómo se puede obtener información valiosa sobre el aprendizaje de los estudiantes?
¿Puede la evaluación del desempeño escolar levantar los estándares y mejorar el aprendizaje de los alumnos y alumnas?
Proponiendo tareas que exigen el uso de habilidades, observando y escuchando los razonamientos de los estudiantes y planteando preguntas abiertas que permitan la exploración de ideas y razonamientos.
Este modelo se contrasta con la evaluación que en la práctica significa agregar procedimientos o pruebas al final de las unidades de trabajo programadas.
El evaluar el producto y no el proceso, el dedicar mayor cantidad de tiempo a poner notas que a guiar a los alumnos a cómo mejorar su desempeño, el realizar comparaciones entre alumnos de un mismo curso, realizar una retroalimentación poco efectiva y que el docente no conozca las necesidades de aprendizaje de sus estudiantes.
Es considerara como parte intrínseca del aprendizaje, ayuda a los estudiantes a saber y reconocer los estándares que deben lograr, involucra a los alumnos y alumnas en su propia evaluación e involucra tanto a docentes como alumnos y alumnas en el análisis y reflexión sobre los datos arrojados por la evaluación
Ya que los estudiantes son responsables de su propio aprendizaje porque nadie puede aprender por ellos.
Es cuando el/la docente provee a sus estudiantes de estrategias y destrezas para mejorar su propio aprendizaje.
La evaluación de desempeño no es llevaba a cabo de manera adecuada y no se considera el contexto ni las inteligencias múltiples de los estudiantes.
Una retroalimentación efectiva, involucramiento del alumno, ajuste de las estrategias de enseñanza a los resultados de los estudiantes, reconocimiento de la influencia profunda que puede tener la evaluación en la motivación y el autoestima de los evaluados.
La investigación reciente ha mostrado que la respuesta a esta pregunta es un sí rotundo, ya que la evaluación del desempeño es una de las herramientas educativas más poderosas para promover el aprendizaje. Pero debe usarse de manera correcta.