Los administradores demuestran un amplio compromiso con los impactos financieros, sociales y ambientales de los proyectos a los que prestan soporte.
Evaluar y ajustar continuamente la alineación del proyecto con los objetivos de negocio y con los beneficios y el valor previstos.
Demostrar y adaptar comportamientos de liderazgo para apoyar las necesidades individuales y de equipo.
Reconocer, evaluar y responder a las circunstancias dinámicas dentro y alrededor del proyecto de una manera holística.
Los equipos de proyectos que trabajan en colaboración pueden lograr un objetivo compartido de manera más efectiva y eficiente, que trabajando solos.
Involucrar a los interesados de manera proactiva y en la medida necesaria para contribuir al éxito del proyecto y la satisfacción del cliente.
Reconocer, evaluar y responder a las interacciones del sistema.
Enfocarse en el valor.
Ser un Administrador diligente, respetuoso y cuidadoso.
Involucrarse eficazmente con los interesados.
Crear un entorno colaborativo del equipo de proyecto.
Demostrar comportamientos de liderazgo
Preparar a los afectados para la adopción y el mantenimiento de comportamientos y procesos nuevos y diferentes, resultado del proyecto.
Mantener un enfoque en la calidad que produzca entregables que cumplan con los objetivos del proyecto y se alineen con las necesidades a cubrir.
Construir adaptabilidad y resiliencia en los enfoques de la organización y del equipo del proyecto para acomodarse al cambio e imprevistos.
Evaluar continuamente la exposición al riesgo, tanto de oportunidades como de amenazas.
Diseñar el enfoque de desarrollo del proyecto basado en el contexto del proyecto, sus objetivos, los interesados, la gobernanza y el entorno.
Evaluar y navegar continuamente por la complejidad del proyecto para que los enfoques y planes permitan al equipo tener éxito.
Adaptar en función del contexto.
Incorporar la calidad en los procesos y los entregables
Adoptar la adaptabilidad y la resiliencia
Navegar en la complejidad
Optimizar las respuestas a los riesgos.
Permitir el cambio para lograr el estado futuro previsto.