Promueve la eficiencia y la calidad en la enseñanza
Puede generar resistencia al cambio por parte de los docentes
Puede limitar la flexibilidad y adaptabilidad del sistema educativo
Requiere de tiempo y recursos para su implementación
Mejora la organización y estructura del proceso educativo
Facilita la toma de decisiones
No garantiza resultados positivos si no se realiza de manera adecuada
Puede enfocarse demasiado en la teoría y descuidar la práctica
Permite establecer metas y objetivos claros
Fomenta la participación y el trabajo en equipo