3.
es una enfermedad hereditaria que se caracteriza por la imposibilidad o dificultad para distinguir algunos colores. La variedad más frecuente es la que no distingue el rojo y el verde. Se debe a defectos en los pigmentos de los conos que, como recordamos, eran las células encargadas de percibir los colores. Es mucho más frecuente en hombres que en mujeres.