Es la consideración y el valor que le damos al otro.
Se expresa en la capacidad de cada ser humano para actuar según su propio criterio, sin ser cuestionado o castigado por ello.
Implica reconocer y responder por nuestras acciones. Eso significa asumir las consecuencias de nuestros actos, aun y cuando los resultados no sean los esperados o deseables.
Es la expresión de nuestra capacidad para ser fieles a nosotros mismos, a otras personas o instituciones.
Es el valor ético expresado en el reconocimiento y uso de nuestras capacidades sin necesidad de demostrarlo públicamente.