«Las
cosas
,
tienen
vida
propia
-
pregonaba
el
____________________
con
áspero
acento
-
,
todo
es
cuestión
de
despertarles
el
ánima
.
»
José
____________________
Buendía
,
cuya
desaforada
imaginación
iba
____________________
más
lejos
que
el
ingenio
de
la
naturaleza
,
y
aun
más
allá
del
milagro
y
la
____________________
,
pensó
que
era
posible
servirse
de
aquella
invención
inútil
para
desentrañar
el
oro
de
la
____________________
.
Melquíades
,
que
era
un
hombre
honrado
,
le
previno
:
«Para
eso
no
sirve
.
»
Pero
José
Arcadio
Buendía
no
____________________
en
aquel
tiempo
en
la
honradez
de
los
gitanos
,
así
que
cambió
su
mulo
y
una
partida
de
chivos
por
los
dos
lingotes
imantados
.
Úrsula
Iguarán
,
su
mujer
,
que
contaba
con
aquellos
animales
para
____________________
el
desmedrado
patrimonio
doméstico
,
no
consiguió
disuadirlo
.
«Muy
pronto
ha
de
sobrarnos
oro
para
empedrar
la
casa»
,
replicó
su
marido
.
____________________
varios
meses
se
empeñó
en
demostrar
el
acierto
de
sus
conjeturas
.
Exploró
palmo
a
palmo
la
región
,
inclusive
el
fondo
del
río
,
arrastrando
los
dos
lingotes
de
hierro
y
recitando
en
voz
alta
el
conjuro
de
Melquíades
.