Mácula: lesión plana menor a 1 cm que denota un cambio de coloración en la piel.
Petequias: lesión que ocurre por una extravasación de la sangre (sale sangre de los vasos) y son pequeños puntos muy unidos.
Pápula: lesión elevada menor a un cm, se resuelve espontáneamente y sin dejar cicatriz.
Nódulo: lesión mayor a un cm, masa redonda, abultada y dura de tejido que puede ser normal o patológica.
Habón: lesión alérgica que se caracteriza por el prurito y desaparece en no más de 24 horas, frecuente en picaduras de insectos.
Pústula: lesión elevada que muestra pus como contenido, por ejemplo las lesiones de acné.
Costra: desecación de exudados, secreciones, sangre; por ejemplo si te raspas, lo que aparecerá cuando se seca tu sangre.
Escara: tejido muerto o necrótico que aparece por lesión de dermis reticular o hipodermis.
Úlcera: lesión que demuestra pérdida de epidermis y parte de dermis, hundidas como si se utilizara una cuchara para sacar un pedazo de piel.
Fisura: grietas que se abren hasta la dermis de forma lineal como por ejemplo, una lesión por una cortada.
Estría: separación abrupta de la piel en la que esta se estira y se producen lesiones lineales en dirección hacia el estiramiento de la piel.
Liquenificación: cuando una enfermedad donde hubo descamación, eritema, etc. Provoca un cambio en las características de la piel incluyendo engrosamiento.