SAPITO LE LANZÓ LAS BAYAS AL MONSTRUO.
-¿UN BOCADO?-PREGUNTÓ ABUELO-¿NO PREFIERES UN BANQUETE?
EL MONSTRUO CORRIÓ TAN RÁPIDO COMO PUDO.
UN DÍA ABUELO SAPO Y SAPITO SALIERON A CAMINAR POR EL BOSQUE.
SAPITO ESTABA ESCONDIDO ENTRE LOS ARBUSTOS TEMBLANDO DE MIEDO.