1
Actitud que nos permite hacernos responsables de nuestra propia conducta, para así, lograr controlarla y modificarla de forma adecuada.
2
Fase dentro del duelo caracterizada porque el superviviente intenta por todos los medios no perder el contacto con el fallecido, con sentimiento de rabia hacia todo y todos, incluido el propio fallecido.
3
Fase del duelo en el que la persona se siente profundamente desconcertada, con sensación de aturdimiento y pérdida de la realidad.
4
Tipo de escucha que nos permite aprender a escuchar y a hacer preguntas a las víctimas de accidentes.
5
Capacidad de comprender lo que nuestro interlocutor puede estar sintiendo. Es ponerse en el lugar del otro.
6
Respuesta del organismo ante un estado de tensión excesiva y permanente que se prolonga más allá de los propios recursos del individuo.
7
Respuesta del organismo ante situaciones que generan estrés. Es un mecanismo de alarma necesario para nuestra supervivencia.
8
Tipo de agitación que se engloba dentro de los trastornos de la conducta, que puede aparecer en cualquier cuadro psiquiátrico así como en algunos trastornos médicos.
9
Estado emocional que surge tras la pérdida de algo muy valioso, no solo tras la muerte de un ser querido, sino también as aplicable a objetos o situaciones como trabajo, casa, mascota o relación sentimental.