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Benignidad

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FORTALEZA

CIENCIA

Alegría o gozo

SABIDURIA

ENTENDIMIENTO

Longanimidad

Mansedumbre

TEMOR DE DIOS

Fidelidad

Bondad

CONSEJO

PIEDAD

Continencia

Paz

Castidad

Amor o caridad

Es la victoria conseguida sobre la carne y ayuda a que el cristiano sea más un templo vivo del Espíritu Santo

Es la fuerza que nos ayuda a ocuparnos del prójimo y beneficiarlo. Es como consecuencia de la benignidad pero de manera más incisiva en quien sufre y necesita ayuda.

Es una disposición permanente a la indulgencia y a la afabilidad. Es un fruto que nos ayuda a ser gentiles y ayuda a defender la verdad sabiendo ‘discutir’.

Es el fruto que emana naturalmente del amor; es como la luz del sol, o el perfume de la flor, o el calor del fuego.

Quien da este fruto hace ver a Cristo en su vida; es quien permite actuar a Cristo en su vida

Es el mismo coraje o el ánimo en las dificultades que se oponen al bien; es un ánimo sobrenatural para concebir y ejecutar las obras de la verdad.

Este don nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar

Por este don el Espíritu Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues «nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios»

Ayuda a contener o a tener a raya la concupiscencia en lo que concierne al comer, al beber, al divertirse y en los otros placeres de la vida terrenal.

Don de entender lo que favorece y lo que perjudica al proyecto de Dios.

Don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día a día de la vida cristiana

Don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar y escuchar

Don que el Espíritu Santo nos da para estar siempre abiertos a la voluntad de Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría.

Ayuda a evitar la cólera y las reacciones violentas. Se opone a la ira y al rencor, evita que el cristiano caiga en sentimientos de venganza.

Don que nos permite escrutar las profundidades de Dios

Es la perfección de la alegría, porque supone el goce del objeto amado

Quien da este fruto excluye todo lo que sea áspero y mal educado; este fruto se le nota al cristiano en el vestir, en el hablar, en su comportamiento

Quien da este fruto, supera las turbaciones que implica la lucha permanente contra los enemigos del alma y sus fuerzas invisibles y visibles.

Quien da este fruto defiende la fe en público y no la oculta por miedo o vergüenza.