Debe tener en cuenta los objetivos de aprendizaje.
Debe ser un contenido relevante y atractivo para los estudiantes.
Contenido en diversos formatos, equilibrado y accesible.
Implicar a los propios estudiantes y a otros colegas en el proceso de curación.
Calidad por encima de la cantidad.
Aportar valor.
Además de compartir tareas con otros compañeros profesionales para beneficiarse del conocimiento y trabajo compartido, la búsqueda y selección de contenidos es una habilidad fundamental que los estudiantes deben aprender e implica un pensamiento de orden superior. Entonces, al involucrarlos en el proceso, pueden aprender gradualmente esta importante habilidad en su vida personal y profesional.
La cantidad no garantiza la calidad del contenido. Dependiendo de nuestras necesidades y objetivos, siempre es mejor unas pocas piezas bien elegidas que mucho contenido mediocre.
Los recursos seleccionados deben estar relacionados con los objetivos de aprendizaje planteados por el docente y responder a las siguientes preguntas: ¿Qué deben aprender los alumnos? ¿Dónde necesitan apoyo adicional?
Esta es una de las partes más importantes de la curación. La que diferencia la curación de contenidos de la mera recopilación de información. Organizarlo, conectarlo, darle sentido y agregar nuestra impronta en función de nuestros objetivos e intereses.
El contenido puede tomar la forma de páginas web, publicaciones de blog, archivos PDF, artículos de noticias, artículos de investigación, publicaciones en redes sociales, video y audio. No te pierdas ninguno de ellos si valen lo suficiente. Considere también si todos los estudiantes tienen acceso al contenido.
Es muy importante que los recursos seleccionados conectan con los gustos e intereses de los alumnos, que respondan a sus experiencias, que sean capaces de captar su atención. Deben ser contenidos que les ayuden a contextualizar la información y a hacer conexiones con otros temas.